[…] así que, las subculturas derivadas del internet tienen un verdadero peso en la estética visual y de consumo actual para las generaciones jóvenes. PRIMERA PARTE <—-
Por: Violeta Pazaran
La manera en la que internet ha logrado “unificar” distintas estéticas, aunque se esté en lados opuestos del mundo, es una característica de los años 2000. Esto nos coloca como generación, dentro del mismo concepto ideológico aunque nuestras costumbres y tradiciones sean lo que nos diferencia…
A continuación la segunda parte de este especial de algunas CYBERCULTURAS que han surgido hasta ahora.
The Mipsterz.
Así es como nacen los Mipzters, también llamados Hijab, los cuales se identifican por ser jóvenes “hipsters”, con acceso a internet, que forman parte de la comunidad Islámica, a diferencia de los musulmanes tradicionales, los “Mipzters” son gente con conciencia social, preocupados por ser amables y seguir las tendencias de la moda sin comprometer sus creencias religiosas y estilo de vida. Ellos tratan de suavizar, tal vez inconscientemente, a las tradiciones islámicas, que son tachadas de violentas y arcaicas.
Aquí se puede observar la mezcla entre oriente y occidente, ya que ambas ideas, tanto tradicionales como de progreso, se unen en un personaje que se vuelve un mercado muy explotable, ya que su consumo de ropa y música se basa en el mainstream internacional.
Considero que esta subcultura entra en la clasificación “de internet” por el hecho de que globalmente, los millenials, comienzan a tener actitudes más consientes, amables, de integración y no segregación. Es también interesante al mostrar un contraste de personalidad que se da sólo en los millenials: desarrollan gustos e ideologías propias, al mismo tiempo que conservan el sentido de pertenencia a una comunidad extremista y tradicional.
Uno de los estandartes de esta minoría es Ascia AKF, una mujer que cuenta con más de 1,1 millones de seguidores en Instagram, y quien siguiendo códigos de vestimenta tradicional islámica y las últimas tendencias, crea una estética replicable y moderna.
Este segmento podría no imponer una tendencia global, ya que incluye simbolismos religiosos, pero es un mercado importante que entiende el mainstream y lo devora en grandes cantidades. Hay una curiosa expectativa de ver hacia dónde nos lleva esta subcultura, por lo pronto sólo queda esperar y ver si realmente florece, o desaparece pronto para dar vida a un nuevo híbrido.
Health Goth.
Al recordar mi adolescencia me doy cuenta de cómo el buscar una identidad e imagen fuerte se vuelve una prioridad, y cómo cualquiera que haya sido adolescente en el principio de los 2000 podrá recordar el inicio de la influencia “oscura” en el mainstream junior. No lo neguemos, cualquiera que haya querido estar en el “hype” de 2003 a 2007 era emo, y como buen emo tuvo amigos “goth”. “El emo” y la cultura “goth” siempre han ido un poco de la mano.
Así como el resto, esta subcultura empieza en un círculo muy reducido donde en México, las reuniones sucedían en: “El chopo”, “El under”, “El Utah”, “los sillones de insurgentes” etcétera y el look característico involucraba encaje, corsés apretadísimos, mucho cuero, terciopelo negro, kilométricas faldas y maquillaje “pálido”, pero enfatizando el negro. Actualmente estos lugares dejaron de ser exclusivos de este círculo y ahora son concurridos por una variedad distinta de tribus urbanas, como quien dice, les ganó el mainstream.
Esta subcultura “goth” al ir tomando fuerza comenzó a mezclarse con influencias más variadas, algunas impulsadas por el internet, tales como: los cholos goth, los pastel goth, los street goth, y la cultura healthy para darle vida a un híbrido que ni es una cosa ni es otra (¡viva el metamodernismo!). Este “mix” de influencias distintas en un sólo concepto es la característica principal de las subculturas millenials actuales.
Usando esta fórmula, el estilo de vida “saludable” y el goth se mezclan en un híbrido llamado, “Health Goth”, iniciado por Jeremy Scott, donde la característica principal es una estética “limpia”, minimalista y concreta, pero oscura en un concepto de ropa deportiva. Rick Owens podría ser en cierta parte precursor también de esta estética.
Una característica muy particular de esta subcultura, es que toma logotipos de marcas de streetwear que todos conocemos, como Nike y adidas, y utiliza otras palabras para desconextualizar el mensaje original.
Uno de los primeros artistas en utilizar esta estética visual fue el rapero Yung Lean, que con su crew de “sadboys” (son demasiado cool y eso los hace tristes, pobres), se han encargado de propagar este estilo de vida, donde fumarse un porro con tus amigos health goth y beber cervezas Miller es lo máximo
Tomando en cuenta que los movimientos de internet dejan de ser interesantes al verse una y otra vez, esta tendencia puede que haya muerto desde su gestación (cualquiera con una cuenta de Tumblr, ha visto este simbolismo hasta cansarse), pero el mercado del retail tiene una oportunidad de hacer clic con esta estética creando productos que promuevan la salud, sin dejar a un lado la influencia oscura y minimalista.
Personalmente encuentro en estas subculturas, el anuncio del fin de lo gótico, por el uso repetitivo de este elemento, ya que también por alguna razón mezcla este minimalismo con el color blanco que nos indica “futurismo” ¿Será que estamos buscando más luz y menos oscuridad?
Vaporwave,
El nombre de esta subcultura proviene de un juego de palabras derivado de la estrategia tecnológica de mercado “vaporware”, la cual se traduce como: productos ficticios, maravilla que las empresas tecnológicas promueven con la finalidad de mantenerse en competitividad con el mercado pero nunca salen a la venta. Este término fue acuñado al final de los años ochenta, cuando se hacía más notoria la influencia que la tecnología tendría en nuestras vidas. Y veinte años después, esta predicción se hace realidad dentro de internet.
Al parecer, ésta es la Cybercultura más influyente en la actualidad. Aunque creemos que ya está pasada.
La música del vaporwave tiene influencias clarísimas de los años 80, como lo es el sintetizador con sampleos modernos, y beats graves, un mix que se ejecuta de la misma forma en su estética visual. Los encargados de representar la música vaporwave son Macintosh Plus, Vektroid,
¿Pero en qué consiste?
Vamos por partes, puede sonar un poco complicada su ideología ya que parte de un discurso filosófico y “cyber-punk” distópico de la era moderna. Básicamente critica al consumismo banal con sarcasmo y humor, lo convierte en simbolismo: “Mira una botella de agua Fiji, qué ridículo su precio, la pondré en un collage”.
Su estética gráfica utiliza elementos como el glitch art, la escultura clásica, las texturas de mármol, representaciones informáticas anticuadas, y la estética cyberpunk clásica con influencias de tecnología de videojuegos ochenteros, redes o “grids”, colores neón para anuncios y letras y símbolos japoneses. Es como si metieras en una licuadora los años ochenta junto con los dosmiles, están presentes varias referencias a los sistemas operativos “Windows” y Macintosh tanto estética cómo funcionalmente.
Un artista visual que es de los representantes más influyentes de esta subculture y de los más emulados, es Dom Sebastian, que utilizando fondos en colores pastel, fotografía o renderea diferentes elementos de la estética vaporwave.
Me hace perfecta coherencia que esta subcultura “futurista” distópica apunte hacia el surgimiento de la era del internet, sobre todo por que los 80 serían la siguiente época a emular tomando en cuenta la fuerte presencia de los años 70 en la moda actual.
El vapowave en la moda va un poco de la mano con el “street goth”, y hasta el “health goth”, ya que retoman elementos característicos del futurismo, como el uso de la paleta de color blanco/negro/gris, solamente que el vaporwave no es nada minimalista, de hecho llega a caer en lo pesado por utilizar tantos simbolismos, tanto gráfica como textilmente. Esta tendencia viene a ser un poco más compleja pero abre la puerta a la reflexión filosófica, cosa que las demás subculturas no hacen. Además de que es la que más simbolismo Cybercultural utiliza, esta estética en particular ve nacer a otra Cyberculture, y la última de esta edición, llamada “Bubble Gum Bass”.
Bubble gum-bass.
Esta Cyberculture empieza con un género de música electrónica que se originó en la década de 2010. Lleva la música pop y amplifica su ternura y la feminidad a niveles extremos, a menudo lanzando la voz hacia arriba y la deformación del ritmo a través de una frenética UK Bass y el filtro Wonky. La producción utiliza sintetizadores, plásticos de resonancia y además se basa en una variedad de sonidos, incluyendo Electro House, Balearic Beat, Trance, Footwork y Bubblegum Dance.
Este mismo manifiesto se traduce en una estética visual del tipo “vaporwave”: digital, distópica y “gamer”, la diferencia es que utiliza elementos súper femeninos como lo son el color rosa chicle, (obvio, bubble gum), texturas suaves y burbujeantes en colores pasteles, caramelos, grids y streetwear.
La princesa Bubble Gum de Adventure Time es una buena referencia visual para el Bubble gum-bass, así como los colores iridiscentes en tonos pastel. Esta estética empieza por despedir al negro como color base, y comienza a tomar colores muy suaves como referencia futurista.
Esta “suavización” de los elementos puede verse influenciada en artistas que pueden no corresponder a este género musical, pero como buenos millenials, mezclan la influencia con otras que más le acomode, como lo hace la artista visual y cantante Kali Uchis, que mezclando elementos clásicos de la cultura “chola” en EUA, junto con la influencia Bubble gum-bass, obtiene un producto pop, suave, melódico y visualmente estético, femenino, rosa y suavizado.
Otro perfecto ejemplo de lo que sería esta estética es la artista QT, a la cual confieso acabo de descubrir hace unas semanas. QT parece tomar todos los elementos del bubble gum-bass futurista, tanto musical como visualmente.
En esta Cyberculture unifica de cierta forma el género, ya fuere masculino o femenino en la misma estética. Lo que me parece curioso es que en las referencias visuales de esta cultura de internet, no aparecen elementos masculinos, es un movimiento por y para mujeres.
Esto nos habla del auge del feminismo el cual también vemos presente en Zines que mezclan la estética digital femenina con el discurso de la liberación de género. A diferencia del feminismo radical, estos zines no buscan desplazar a los hombres, si no dar mensajes amorosos por medio de estéticas femeninas y suavizadas. Un ejemplo de este estilo editorial serían los zines de “Bunny Collective”, 16 personas en el Reino Unido que buscan plasmar la experiencia femenina en tiempos de la era digital.