Texto : Misael Torres
Ilustración: Julio Torres
Robert Blake, nació con el nombre de Michael James Vicenzo en la ciudad de Nueva Jersey. Al pasar el tiempo aseguró no saber la fecha exacta de su nacimiento, cosa que se esmeró en afirmar que no era importante. Blake reconoce que, así como su carrera en Hollywood comenzó a muy temprana edad (siendo un niño), fue ahí donde empezó también su consumo de alcohol. En Hollywood inició también una lucha interna y profunda contra su padre, así como muchas otras cosas.
Mickey en aquel entonces, fue parte importante de la legendaria serié de TV The Little Rascals, donde aún utilizaba su verdadero nombre y fue convirtiéndose paulatinamente en el personaje central de la serie, siendo seriamente atacado por la crítica, lo que provocó que cambiara su nombre a Bobby Blake, e incluso su personaje cambió su nombre a Mickey Blake.
En palabras de Blake, tuvo una infancia infeliz y al final del ella decidió enlistarse en el ejército. Al concluir su tiempo limpio regresó a California, iniciando una etapa en la que descubrió y enfatizó un profundo odio contra la autoridad constituida. Desde siempre fue un rebelde, sólo que necesitó tiempo para descubrir la profundidad que esta postura combativa tendría a lo largo de su vida.
Ahora con su tercer nombre, Robert Blake, alcanzó de nuevo la fama gracias al legendario papel de Perry Smith en la película A Sangre Fría, importante film basado en la obra maestra de Truman Capote. Tras el enorme éxito en dicha película, Hollywood lo llevaría al punto más alto de su carrera al convertirse en la estrella de la exitosa serie Baretta la cual le otorgó fama, éxito y el dinero que determinaría en gran parte su estilo de vida basado en los excesos.
Como Tony Baretta interpretó a un policía encubierto que contaba con un íntimo compañero de vida llamado Fred, una cacatúa que fue su compañera a lo largo de los tres años que duró la serie, cancelada por cierto, según los rumores, debido a los problemas de alcohol, drogas y la obsesiva personalidad de Robert.
Una de las muchas historias que he escuchado en torno a Blake y que me gusta creer, es su conflictiva relación con Fred la Cacatúa, detrás de cámaras. Escuché que a pesar de agradarle, podía pasar tanto tiempo con ella que por etapas apenas si la soportaba. Sin embargo Fred facilitó tantas cosas en la argumentación de la serie y desarrollo tal afecto por parte del público que Robert mantuvo una discreta obsesión con estas aves hasta mucho tiempo después que cancelaran el show, tal vez relacionándolas simbólicamente con esa etapa que representó el punto más alto en su vida profesional.
Para 1999 Blake no era más una súper estrella y se enamoró sin retorno de Bonny Lee Bakley, mujer que tenía antecedentes de engañar y estafar a ricos y famosos. Al mismo tiempo que Bonny sostuvo un apasionado romance con él, tuvo también un estrecho romance con Christian Brando quién había salido de prisión un par de años atrás por haber asesinado al novio de su hermana en la residencia de su padre, el legendario actor Marlon Brando en Mulholland Drive. A pesar de ello, Robert y Bonny se casaron en medio de una turbulenta relación para terminar con la trágica y misteriosa muerte de ella la noche del 4 de mayo del 2001 al recibir un disparo en la cabeza en el auto de Blake que se encontraba estacionado en la calle, luego de una cena romántica a la cuál habían llegado juntos.
Ese fue un nuevo regreso a los reflectores para el actor cuando fue arrestado, acusado de tener conexión con el asesinato de su esposa. Al no contar con una coartada convincente, fue además señalado por algunos testigos que argumentaron que él mismo les había insinuado la intención de contratarlos para asesinar a Bonny. Uno de los pocos argumentos que Blake tenía a su favor era la sospecha de que Christian Brando había sido quién disparó a la mujer. Robert se declaró inocente de todos los cargos y el 16 de marzo de 2005 fue absuelto y salió a la calle como un hombre libre, inspirando entre otras cosas un capítulo de la exitosa serie policial Law And Order titulado Antes Famoso.
Quizás el papel de culto más legendario que Blake interpretara y gracias al cual muchos lo ubican es el del llamado Mistery Man en el film Lost Highway de David Lynch, donde interpreta a un enigmático y oscuro personaje quién en su mejor escena y con un siniestro argumento marca profundamente la historia de la película con su particular concepto del don de la ubicuidad. Según Blake mismo, el personaje que le juega una broma pesada a Fred Madison es el mismo Satanás.
No puedo pasar de largo un par de datos curiosos: el primero es que alguna vez David Lynch declaró que mientras escribían y planeaban Lost Highway estuvo obsesionado con el juicio a O.J. Simpson y sinceramente creía que la historia – en la que estuvo involucrado Blake – no podría desvincularse de ese suceso. El segundo detalle es que Blake, en la vida real y al ser detenido e interrogado argumentaba a la policía con sincero pesar que era inocente pero admitía que había tenido recurrentes sueños de asesinar a su esposa, justamente igual que el protagonista de Lost Highway, Fred Madison -interpretado por Bill Pullman- quien es guiado con paciencia por el personaje de Blake para terminar asesinando a su mujer.
Don´t roll the dice if you can’t pay the price dice el tema sonoro de Baretta. Aún cuando no se encontró culpable a Blake por el asesinato de su esposa, no salió del todo ileso del incidente y se estima que al final pagó alrededor de 30 millones de dólares a sus hijos en compensación por la muerte de su madre. Blake terminó declarándose en banca rota y se cuenta que se retiró con sombrero negro y cigarro en boca, a un rancho como ayudante general, en donde vive rodeado de oscuros paisajes, y acompañado de caballos guardando el secreto acerca de lo sucedido esa noche. Me gusta pensar en aquel Mistery man, en la ubicuidad y omnisciencia inherente planteada por él, que no diferencia el presente del pasado, y que tal vez en 1997 ese fuera el misterioso e importante secreto contado al oído por Blake a Bill Pullman, a manera de poético y siniestro augurio.