Anteriormente hicimos un recorrido por distintas “subculturas” que parten de comportamientos e influencias con soporte en la música, la moda, generaciones pasadas y sobre todo, el internet (o los alcances de éste). Dichas tribus cibernéticas representan a una generación de chicos a los que les llamamos millenials, quienes a demás de ser un mercado activo, representan los nuevos estándares de consumo y comportamiento. A continuación te presentamos la tercera y última parte de este especial de CYBERCULTURES, las subculturas de internet.
Hispanic Culture
Las cifras no mienten: Este mercado se compone de aproximadamente 20 millones de personas, mas o menos 8% de la población estadounidense. Este segmento debió contar con 30 millones para el año 2000 y casi 39 millones para el año 2010. Una gran parte del crecimiento de este mercado proviene de la inmigración.
La población hispana de Estados Unidos es en gran parte de origen mexicano (63 por ciento del total), con los puertorriqueños al 13 por ciento y los cubanos en un 6 por ciento.
Muchos hispanos a pesar de que les gusta la idea de vivir en los Estados Unidos, quieren mantener su cultura e idioma presentes: se aferran a su lengua natal, la Iglesia Católica y a la unión familiar. Y al ser en su mayoría inmigrantes, llegan a las ciudades más sobresalientes, como NY, Los Angeles, Illinois, Florida y Texas, ciudades en las que se desenvuelven muchos fenómenos sociales asociados con la moda y el mainstream.
No por nada varias marcas de streetwear han surgido a través de estos conceptos, como Crooks & Castles nacida en Los Angeles.
Es por esta razón que esta subcultura que lleva varios años ejerciendo lo suyo, ahora sea vista como un trend a imitar en vez de una minoría a la cual se le rechaza. Se asocia musicalmente a esta subcultura las influencias del hip-hop, la cultura del skate y hasta con la cultura gótica como lo representa la banda “Prayers”.
El estilo gráfico viene asociado con los elementos kitsch como collages atascados de imágenes religiosas, la virgen de Guadalupe se observa en bolsas, playeras con estampados textiles, letras “cholas” caligráficas pesadas, y la clásica combinación de negro y dorado. En el caso de las mujeres, el estandarte principal de esta subcultura es “Selena”, nuestra amada reina del tex-mex. Se mezclan también influencias de subculturas como las goth lolitas, extrayendo su ternura, texturas suaves y colores pastel, para mezclarlos con simbolismo hispanoamericano, el uso de las uñas largas y la influencia “gangster” usando joyería llamativa y ostentosa en su mayoría dorada es requisito.
Esta subcultura al igual que los “Mipzters”, engloba a un sector poblacional más cerrado por tener raíces culturales latinas, pero empieza a ser imitado por otros sectores como una vertiente derivada de la cultura del hip-hop. Entonces es la primera subcultura en nuestro conteo que parte de una cultura bastante arraigada a lo no digital, para convertirse en una “moda” a través de las redes.
Candycore
Esta subcultura puede ser derivada del “bubblegum bass”, aunque tiene influencias más cargadas, kitsch e infantilizadas, y es un movimiento que va ligado con una tendencia que propone WGSN para primavera 2016.
Vamos por pasos, ¿De qué se trata el “Candycore”?. Según el Urban Dictionary “Candycore” es una forma de vida que trata de ropa, pulseras y otros accesorios de colores brillantes, pelo trenzado o en “dreads” en colores neón; se asocia con la cultura raver, sólo que con un contenido y comportamiento infantilizado, que recuerda al anime y que utiliza gamas de colores más brillantes.
A esta cyberculture también se le asocia con los prints de emoji, de dulces, jelly beans y gummy bears.
En la parte musical hay una banda con el nombre de esta Cyberculture, la cual es la representante del sonido clave del “Candycore”, su base musical tiene tintes de K-pop, voces sintetizadas y ritmos repetitivos que nos recuerdan a estar “entachados” en un rave.
Esta subcultura llama la atención porque retoma los elementos de la cultura raver “gótica”, como los colores neón (asociados al cyberpunk) y las dreadlocks, además de la actitud infantil ravera, para juntarlos con la cultura japonesa del anime, tal como lo hicieron las “Pastel Goth”, sólo que los “Candycore” toman más elementos japoneses que occidentales, lo cual es una tendencia bastante marcada en los últimos meses en la moda. Orientalizar la moda del día a día no es tan raro como parece, tal y como nos lo muestra el peinado más trend de todo el 2015: el “man bun” que toma toda su inspiración en la cultura samurai japonesa.
No es nuevo que Japón sea una caldera de donde se pueden sacar muchas tendencias influyentes, ya sea porque la economía va orientada hacia esta parte del mundo, o porque por mayoría de votos pueden establecer muchos trends, además de sus notables avances tecnológicos. Así que voltear a ver a las subculturas que tienen en su escencia muchos elementos orientales es como estar viendo directamente al futuro.
Synthwave
El synthewave es un género musical que surge en los dosmiles, influenciado por la música ochentera, en su mayoría instrumental, con uso de sintetizadores análogos y a veces mezclado géneros musicales electrónicos actuales como el house.
Algunos artistas que han utilizado esta estética tanto en su música como en su arte gráfico son: Kavinsky, Cold Cave, Miami Nights 1984 y Electric Youth.
Este género va ligado con el vaporwave, a manera de predicción, será algo así como su evolución, sólo que el synthwave saca toda su estética gráfica de juegos de video, televisión y efectos de los años 80, con un toque nostálgico. Así que sobre esta línea continuará con el glitch de VHS, las grids en colores neón, letras como si fuesen salidas de “Mortal Combat”, la presencia de imágenes pixeleadas; las carcasas de las PC’S color gris e interfases antiguas hacen mucha referencia a androides metálicos.
Visualmente, el synthwave está un poco ligado a la estética de motociclista de Tokyo
Y con “Beach Nomad” por la influencia de Miami en la cultura ochentera
A demás de elementos futuristas como en viaje las estrellas
Su estética de define como “retrofuturista”, vista desde los años ochenta y algunos filmes que han utilizado esta estética Synthewave son “Enter the void” y “Drive”.
Respecto a la moda, como hace mucho énfasis a los años ochenta, se utilizan prendas clave de esta época, como los “bodysuits” de lycra y los pantalones high waist, aquí prevalece la paleta de color en tonos neones en fondos oscuros, a veces combinados con colores pastel.
Aunque a decir verdad es una cybercultura orientada más hacia la parte gráfica y musical del movimiento.
Y por último cerraremos este conteo con las primeras subculturas que utilizaron el internet para propagarse: Goth/Cybergoth/ y sí, el Emo
Recuerdo mis años teen, era el año 2005, cuando la pasaba en Myspace, primero porque #Fangirl de la banda de un amigo que obviamente tenía Myspace (para no perderse el hype), así que abrí una cuenta yo también, (Tom y yo eramos amigos), sin darme cuenta que estaba utilizando la primera red social a mi escasa edad de 15 años. Personalmente creo que el messenger es la primera plataforma social, aunque más bien era un programa muy poco práctico. De cierta forma Myspace tampoco tenía un chat integrado hasta que llegó Facebook, y nos hizo cerrar nuestras cuentas de Messenger.
En fin, Myspace, como buen foro de internet empezó a subdividirse en escenas, gótica, industrial o “cybergoth” y EMO o “Scene”, entre otras menos propagadas; en estas tres subculturas hay factores en común, como el uso repetitivo del color negro, elementos gráficos como calaveras o cruces, cadenas, estoperoles, fichitas de refresco y todo elemento metálico o plastificado que pueda colgar en las extremidades, o la ropa. Se trataban de subculturas que duraron muchos más años, a diferencia de las actuales.
El cybergoth es la subcultura derivada del género literario de ciencia ficción cyberpunk, situado en una época post apocalíptica y distópica.
Esta cyberculture era parte de la escena gótica y raver: ropa que parece sacada de un cuento de ciencia ficción, siempre negra porque eran góticos, con acentos en tonos neón, ya sea en las prendas o en las “dreadlocks” sintéticas que utilizaban.
La música que se asocia con esta subcultura es la música industrial, ya sea electrónica o exprimental y “noise”.
Los góticos eran los que usaban prendas con toques anticuados y victorianos: faldas largas de terciopelo, corsettes negros de piel o vinil sin importar el clima, sombreros teatrales y botas gigantes industriales color negro. Morticia Adanms, David Bowie y Bela Lugosi fueron algunos íconos de esta subculture.
Esta subcultura que empezó en una minoría con elementos pesados y poco futuristas, fue llevada a lo que es ahora gracias a la visión de diseñadores como Alexander McQueen, Rick Owens, Gareth Pugh, Hedi Slimane, Yohji Yamamoto, Christian Lacroix y Thierry Mugler entre otros, quienes empezaron a tomar elementos góticos variados, y a interpretarlos según sus valores de marca, a través de un movimiento llamado “Haute Goth” que se conserva hasta la fecha en forma de “Health Goth” en streetwear.
Respecto a los emos, el “Urban Dictionary” nos dice:
“Persona que escucha música emocional, por lo general lloran y no “hacen mosh” en sus conciertos. Parecidos a los góticos pero menos feos y más emocionales…. ¿?. Por lo general, despotrican sobre lo injusto que es el mundo y cómo su último novio / novia era el único al que podrán amar.”
La música emo se deriva del Post-punk e inició como “Emotional hardcore”. Era representado por bandas cómo: Jimmy Eat World y Dashboard Confessional, Weezer, Blink 182 y Green Day. Esto seguido del nacimiento del género “Screamo” representado por Underoath, Senses fail y Funeral for a friend, entre otras. Esto a principio de los años 2000. Depués le siguieron: Paramore, Panic! At The disco, Fall Out Boy, Yellowcard, All American Rejects, The academy is y My Chemical Romance entre otras.
Los gráficos emo tenían algunos elementos góticos victorianos, sobrecargando las imágenes en blanco, negro, rojo y rosa, las estrellas estaban muy presentes gráficamente, ya sea en tatuajes o arte gráfico, además de las rayas, cuadros, personajes como Jack, y una tipografía muy particular ligada a la música hardcore.
La apariencia estética de esta subcultura buscaba indirecta o directamente algo de androginia, así que unificaron un peinado con un fleco que les cubría la mitad de la cara, el pelo cortado en capas, perforaciones en la cara, el uso de playeras de bandas emo y los pantalones “súper skinny” tanto en hombres como mujeres, el uso de elementos gráficos como las calaveras, cadenas en su ropa, zapatos Vans o Converse. Este look se relacionó también con la subcultura del Skate y el Happy Punk, aquí empiezan los registros de utilizar el pelo de colores, pero se usa en tonos brillantes de rosa, azul y rojo.
Quizá fue el primer movimiento contra-cultural de internet, como algunos lo llaman, o quizá, fue la última tribu urbana. De lo que no hay duda es que no sólo coexistió con internet, sino que fue parte de la integración de éste a las rutinas de la vida cotidiana, como la conocíamos hasta ese entonces. Y es que, internet se convirtió en un refugio y en la conexión para unificarse, además de que, de todos los movimientos que hablamos hasta ahora, es el único que representó una manera distinta de pensar, basada en paradigmas creados a través de las redes, como utilizar una foto de perfil que describa tu personalidad, comentar en el muro o perfil de alguien dependiendo de la situación en al que se encuentran, crear grupos con temas particulares, crear eventos, y tener seguidores. Aunque parece lenguaje técnico, pensemos en que estas actividades no eran parte de nuestra vida, hasta que llegaron las redes sociales, y ahora pensamos todo el tiempo en hacer una u otra de estas cosas. Esta cyberculture se expandió tanto que, hasta el momento, y aunque nos parezca raro, encontramos a dos que tres personas que siguen bajo la influencia de este estilo de vida.
Y así fue que que abrimos los ojos a una cultura digital, donde inició el mundo internauta como hoy lo conocemos. Las primeras celebridades de internet, los primeros movimientos contra culturales de la web, la masificación de ideas a un click de separación, el mundo de hoy, la vida real que se alimenta de otra dimensión.
