EL /GLAMOUR/ ES LA RESPUESTA
Nacemos libres sin saberlo y sin poder ejercerlo, sin embargo respondemos a nuestros instintos, alimentamos nuestras necesidades y nos mostramos tal cual somos, con olores, fluidos y manchas de leche materna en el babero. En nuestros primeros años de infancia aún conservamos estas cualidades; podemos tirarnos en el suelo y revolcarnos, disfrazarnos de vampiro en mayo y llorar hasta que se nos escurran los mocos, pero mientras crecemos, el mundo adulto se va apoderando de nuestra hermosa almita inocente y nos va restringiendo y formando dentro de la norma de los buenos modales, la escuela y los códigos sociales.
Por: Lorena Coronelle.
Ya no puedes señalar a la gente en la calle, ni preguntar el por qué de nada, ya no puedes disfrazarte fuera de las fiestas y tienes que, poco a poco, rechazar una parte de ti, muchas veces la más auténtica y espontánea. Después, cuando creces y te haces mayor, en el mundo adulto le llamas loco al que, pese a todo, aún se atreve a desencajar y vagar a su ritmo, a hablar y reír solo, a bailar en la calle o a gritar las injusticias.
El mundo adulto nos ha llenado de miedo y de prejuicios que empiezan con nosotrxs mismxs, y cuando algunxs valientes se atreven a extrovertirse, se les castiga, se les persigue y en muchas ocasiones se les mata o tortura.
¿Hasta cuándo cargaremos la lápida de la vida adulta? Parece que hasta la muerte. Ya basta de regular nuestro ímpetu y nuestra pasión, ya basta de dejar que otrxs lo hagan por nosotrxs. En el mundo en el que vivimos se requiere de subversión para ser nosotrxs mismxs, para romper las barreras que nos pone el miedo, y para ser lo que se nos da la gana. Tenemos que permitirnos ser, empezando por dejar de criticar lo que nos parece ajeno o distinto. Para que haya espacios abiertos debemos abrirnos primero. La discriminación se acaba cuando dejamos de discriminar, así de fácil.
Como dice la sabia Maricarmen, si la defensa no es un derecho, el glamour es nuestra respuesta. /Glamour/ como lo que entendamos y entiendan los demás por /glamour/, úsese libre albedrío para ejercer el glamour como a Ud. le venga en gana. ¿Quién dice que un chaca, un cholo, una vendedora ambulante, un testigo de Jehová, una cocinera, un barrendero no sabe de glamour? Si no nos damos el derecho de definir a nuestra manera el término estamos absolutamente perdidxs.
No mates la vibra de el/la otra sólo porque no te identificas o no te gusta, ese es el primer paso para que alguien diferente mate la tuya. Celebremos que exista la otredad, la diferencia, la diversidad. Somos el estandarte de nuestra propia definición de la vida. No a la homogeneización. No a la uniformidad. No queremos convertirnos en un fraccionamiento infinito de casas Geo.
Vivimos tiempos difíciles y nuestro cuerpo es lo único que tenemos para celebrar lo que somos: este proyecto infinito que se define y redefine con libertad todos los días. Diario nos espera una fiesta.
