Es quizás Givenchy (junto a Balenciaga a cargo de Ghesquère) la marca que ha trascendido más en los últimos 20 años gracias al cambio de director creativo. El cambio de estética, la nueva modalidad de negocios y el acercamiento hacia mercados más jóvenes; fue la estrategia que llevó a Riccardo Tisci a lograr lo que muchas marcas desean.
El recibimiento de Riccardo en una de las casa de moda más tradicionales Parisinas fue un gran suceso. Después del trabajo avant-garde de Alexander McQueen, y un trabajo más clásico de parte de John Galliano, la casa se encontraba en una posición bastante preciada, pero su revitalización era inminente, ya que las compradoras de la marca comenzaron a desaparecer. Fue que a comienzos del 2005, la dirección creativa de Givenchy fue entregada a Riccardo Tisci, graduado de Central Saint Martins, cuya estética gótica, llevaba una estrecha relación con el minimalismo. Esto, llevaría a la casa francesa a ganar el cariño de mercados mas jóvenes, cuyo amor juvenil por Edward Scissorhands y Lydia Deetz, atraería la atención este nuevo Givenchy, el más obscuro (estéticamente) en la historia.
La fórmula de Riccardo fue simple, pero fresca para los tiempos: colecciones inspiradas en los archivos de la casa, pero con un toque deportivo. La sastrería más perfecta, combinada con sudaderas estampadas en motivos góticos, serían los artículos que todo blogger anhelaría, y que todo editor de moda retrataría. Los negocios en Givenchy eran más exitosos que nunca, ya que, A pesar de que la innovación en el guardarropa masculino es un tanto difícil, el trabajo de Tisci se convertiría en uno celebrado por los editores de moda masculina, ya que traería un nuevo aire en la moda para caballero. Tan importante ha sido su trabajo en la marca, que traería de regreso la falda para los chicos. Marc Jacobs, se declararía fan. Hoy en día, los negocios en Givenchy siguen teniendo un gran éxito, a pesar de la gran crisis económica que se ha sentido en todas las industrias al rededor del mundo. Sin embargo, a pesar de que la fórmula sigue siendo exitosa, la propuesta de Riccardo se nota desgastada, con poca propuesta intelectual y cada vez más parecida a la entrega anterior.
Se entiende que Tisci decide ser fiel a sus ideales estéticos, sin embargo, su trabajo para la línea menswear de la marca parece estar sufriendo un ligero problema de evolución. Hasta el mismo Riccardo lo ha aceptado; en entrevista, compartiría que se siente refugiado en las prendas que lo llevaron al éxito, las cuales, provocaron un gran escándalo, y lo llevaron al estatus de provocador e innovador en la industria. Sin embargo, los tiempos son diferentes, y los compradores jóvenes, buscan nuevas propuestas y soluciones para calmar la necesidad de innovación.
Riccardo, es un hombre inteligente. Sus inspiración la encuentra en los jóvenes y en los nuevos movimientos contraculturales. Y a la par de estos movimientos, seguro evolucionará, dejando de lado la falda para hombres, proponiendo una prenda por la cual, todos nos volveremos locos.
